Durante el verano, la Iglesia lanzó varios viajes alrededor del mundo. Algunos a Grecia, África o México. Uno de estos viajes fue para que el grupo de jóvenes en la ciudad de Tulsa, Oklahoma. Tuvimos la oportunidad de pasar un tiempo especial con nuestros “Pequeños amigos” y formar relaciones del Reino con ellos.

Para comenzar, Camp Contact es un campamento de tres semanas en la iglesia en Tulsa, hecho para que los alumnos de K-5to grado asistan durante el verano. Su tema era “Explore S’More acerca de JESÚS”. Cada semana, diferentes grupos de jóvenes fueron invitados a ser voluntarios y pasar tiempo con los niños con esfuerzo y alegría. Tengo que decir que hice conexiones y aprendí mucho sobre la vida de estos niños. Algunos vinieron de hogares quebrantados, varios sabían sobre las difíciles relaciones de sus padres, y otros me dejaron sin palabras. Creo en la idea de que Dios da sus batallas más duras a los soldados más fuertes. Deuteronomio 3:22 dice: “No les tengas miedo; el Señor tu Dios mismo luchará por ti “.

Mi mayor felicidad en el viaje fue mi propio Little Buddy; se llamaba Navaeh. Ella tiene unos 6 años, con un corazón grande. Durante el primer día en la iglesia, ella era tímida y muy apegada a nuestro pastor. No esperaba que se fuera abrir su corazón y elegirme como su Big Buddy. Me di cuenta de todo lo que quería y que necesitaba un poco de amor y seguridad. A lo largo de la semana, ella me hablaba sobre ella, su familia y cualquier cosa que se le ocurriera. Aunque no pude ayudarla en su situación, entendí cómo ella se sentía al ver a su papá solo los fines de semana. Sé que no es algo para comparar porque nuestras razones y estilos de vida son muy diferentes, pero la idea me llegó. Me identifique con ella. Mis padres están juntos, pero mi padre siempre está lejos y solo lo veo los fines de semana. Entiendo que su trabajo es la razón por la que nunca está en casa, pero sé que Dios nos ha dado paciencia y esperanza mientras está en el proceso de algo mejor.

En general, este viaje misionero juvenil me ha hecho darme cuenta de lo fácil que uno puede afectar la vida de los demás. Aprendí a estar agradecido por dónde estoy hoy y por lo que tengo.

“Alégrate siempre, reza continuamente, da gracias en todas las circunstancias; porque esta es la voluntad de Dios para ti en Cristo Jesús “. 1 Tesalonicenses 5: 16-18