Lo primero que Dios dijo al hombre después de crearlo y bendecirlo fue: “Fructificad y multiplicaos”, de tal manera que es nuestro deber dar un buen fruto, pues es parte del diseño divino de Dios.
La Biblia nos habla de producir o dar fruto.
Entendamos que las parábolas son aquellas breves narraciones dichas por Jesús que encierran una educación moral y religiosa, revelando una verdad espiritual de forma comparativa. La finalidad de las parábolas de Jesús es enseñar cómo debe actuar una persona en el reino de Dios.
Entonces tengo que hacerme estas preguntas muy a menudo, no le pasa a usted lo mismo.
¿Qué estoy haciendo? ¿Qué evita que de fruto? ¿Qué debo hacer para dar fruto? ¿Qué significa dar fruto para Dios?
Consideremos la parábola del Sembrador en Lucas 8.11-15:
- Nos menciona la semilla que es la Palabra de Dios
- Diferentes tipos de tierra que son corazones en donde cae la similla y las razones por las cuales la semilla no produce fruto
- La tierra o el corazón y la razón del porque produce fruto con perseverancia
¿Qué tipo de tierra o corazón soy? ¿Cómo me identifico con esta parábola? ¿Qué produce la Palabra de Dios en mí? ¿Cuándo leo a solas? ¿Cuán la escucho la Adoración cada primer día de semana? ¿Cuándo asisto a una clase bíblica?
Por otra parte consideremos la enseñanza de Jesús en Juan 15.1-6: Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto. Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado. Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer. El que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden.
Nuestra relación con Jesús y su Palabra es esencial para que podamos dar fruto, sin él no podemos.
Creo que al responder a estas preguntas y considerar estos textos bíblicos nos ayudara a ver una perspectiva completamente diferente de mi función en el reino de Dios y para que estoy aquí en la tierra.
