De donde yo soy, si no eres dueño de un par de chacos (estilo de sandalias) o una hamaca ENO, eres cuestionado en tu autenticidad como cristiano. Yo pongo mucha de mi identidad en estas modas cristianas, intentando crear la imagen cristiana perfecta de mí para transmitir otros. El problema era que me enfoqué más en mi imagen espiritual que en mi relación espiritual con Cristo, y me dejó sintiéndome vacía e insatisfecha porque yo buscaba aprobación y elogio de mis amigos que por Dios.
En la sociedad de hoy, la gente es consumida por imágenes y modas, y en nuestra cultura joven cristiana enfrentamos el mismo problema. Por experiencia propia, honestamente puedo decir que solía constantemente comparar como yo me veía como cristiana a otros de mi edad, tanto en persona como en medios sociales, y sé que no soy la única. Como cultura joven cristiana, estamos muy envueltos en nuestros propios mundos como para de verdad tomarnos el tiempo de enfocarnos en Dios. Nos dirigimos a nuestros compañeros cristianos y medios sociales para crecer en nuestra fe, en lugar de dirigirnos a Cristo. Gastamos más tiempo “twitteando” y dando “me gusta” a versículos bíblicos que la gente pone, que en sí leer versos en nuestras biblias. Comenzamos a creer que los versículos que ponemos en Facebook son más importantes que alcanzar a otros y compartir el evangelio cara a cara. Hemos creado estas grandiosas imágenes cristianas de nosotros mismos, pero las imágenes están faltas de contenido y no tienen significado real. Hemos puesto nuestras identidades y vidas en estas imágenes, solo para darnos cuenta que todo lo que hemos creado es una bella foto que no tiene sustancia.
“Es en Cristo que encontramos quienes somos y por lo que vivimos”. Efesios 1:11 MSG
Sí, debemos ser imágenes de Cristo, pero esa imagen no debe ser basada en nuestra apariencia, debe ser basada en nuestras acciones y fe. He aprendido que no debemos poner nuestras identidades en cosas mundanas. A pesar de la gran imagen que puedas crear para ti mismo, nunca se comparará o te satisfará como una relación en Cristo lo puede hacer. No importa cuántas modas cristianas sigas, es importante saber que tu identidad verdadera se encuentra en Cristo, no en el mundo, y una vez establecido en Jesús, de verdad aprenderás quién eres y por qué vives, y tu imagen mundana no importará más.