A cuantos les gusta Esperar? Nos gusta esta palabra? Nos gusta todas aquellas palabras que están relacionas con esta gran palabra Esperar.
Esperar es algo con lo que tenemos que vivir, no solo por algún tiempo o en determinadas circunstancias, sino que es algo con lo que vivimos diariamente y si nos ponemos a pensar esto es un ciclo que se repite en cada uno de nosotros, es diario, constaste e inclusive después de esta vida terrenal y no sabremos más allá de todo esto.
Esperar es algo fácil? Es sencillo? Es recomendable?
Esperar es algo que nosotros hacemos. Puede ser una disciplina espiritual. Pensemos por un momento acerca de Esperar.
y empecemos a la edad de 6 años:
Los niños a la edad de seis años están esperando el gran día para ir a la escuela. Otros que ya están en la escuela esperan pacientemente todo el día para regresar a casa porque no quieren estar en la escuela, para después esperar varios años para terminar la escuela y después ir al High School. Esperan llegar a una edad determinada para dejar de ser niños y llegar a ser jóvenes y durante ese tiempo esperar para salir de casa y ser independientes. Esperan ir a la Universidad y encontrar un trabajo.
Una vez ya tienen el trabajo de sus sueños esperan por el príncipe azul o por esa princesa con quien esperan pasar el resto de sus vidas hasta que la muerte los separe. Después de esto esperan el día en que tendrán el primer bebe. Yo no tengo niños todavía. No tengo idea de cuánto tiempo realmente es esperar durante nueve meses, también estoy esperando por ese maravilloso día en que escuchare por primera vez a mi hijo o hija decir papá o mamá. Después esperar los primeros pasos y luego el primer día de escuela. Así se el ciclo comienza otra vez. Este es un ciclo de la vida por el que todos pasamos, y que me dicen de aquellos que después de todo este proceso están esperando en ser abuelos.
Tenemos muchos más ejemplos de esperar en nuestras vidas: Algunos de nosotros esperamos el día de cumpleaños, los días feriados y las vacaciones. Algunas personas esperan un buen aumento en el salario, comprar la primer casa, y el carro nuevo. Algunos de los que están leyendo esto están esperando que termine el día de trabajo, el próximo fin de semana.
Cuando hacemos algo por otras personas, esperamos escuchar por lo menos las palabras mágicas “Por favor” y “Gracias”. Para los que son aficionados al deporte algunos impacientemente esperan por la temporada de MLB, March Madness, y NBA playoffs. Y si su equipo favorito no está jugando este fin de semana algunos de ustedes están esperando la próxima temporada NFL. Personalmente yo estoy esperando por algo todavía más grande La Copa del Mundo y el próximo campeonato de los Kentucky Wildcats. Incluso más cerca de mi corazón estoy esperando el tan ansiado encuentro con mi esposa aquí en este lugar.
La verdad es que cada día esperamos por algo y algunas veces con ansias y gran expectativa. La Biblia nos da muchos ejemplos de personas que esperaron.
Noé espero pacientemente por más de 1 año para salir del arca Génesis 8.13-16
Abraham espero no pacientemente para recibir la promesa de Dios “hare de ti una gran nación” Génesis 12.2. Sabes todo lo que paso en la vida de Abraham y el tiempo que paso esperando hasta que esa promesa comienza a ser una realidad?
Jacob espero siete años para tener a Raquel como esposa (…y le parecieron como pocos días porque la amaba) Génesis 29.20 y sabemos que trabajo siete años más por ella.
Los judíos esperaron la llegada del Mesías y algunos todavía la esperan.
Todos estamos esperando por muchas cosas que suceden en nuestras vidas. Algunas de estas cosas son importantes y hay cosas que no son muy importantes. Esperamos en cosas que impactan nuestras vidas, pero ¿qué acerca de lo que pasa con la otra vida? ¿Cuánto tiempo pasamos pensando en el evento más importante que tiene más importancia para hoy y mañana todos los días? ¿Esperamos a Jesús que venga con mucha expectativa, con insistencia o con poca expectativa e insistencia? ¿Dónde está tu esperanza? ¿Dónde está tu confianza?
Salmos 25:1-5:
1 A ti, oh Jehová, levantaré mi alma.
2 Dios mío, en ti confío; No sea yo avergonzado, No se alegren de mí mis enemigos.
3 Ciertamente ninguno de cuantos esperan en ti será confundido; Serán avergonzados los que se rebelan sin causa.
4 Muéstrame, oh Jehová, tus caminos; Enséñame tus sendas.
5 Encamíname en tu verdad, y enséñame, Porque tú eres el Dios de mi salvación; En ti he esperado todo el día.